El
Bondi es un medio de transporte popular, como el tren. Como lo usan los
trabajadores y la gente de a pie, debe ser económico y en lo posible eficiente.
Porque todos los días millones de personas se movilizan en él para ir a sus
trabajos o buscar uno. Por eso cuando vemos el montaje armado en donde se lo ve
a mister president de la Nación viajando en un colectivo en Pilar con gente
común y morocha, dialogando amenamente como si fuese uno más, no hace falta que
alguien nos advierta que es una farsa armada para que los medios militantes
muestren a un presidente cerca de la gente trabajadora que le sonríe y le
charla en pleno viaje, contrarrestando así la opinión general de que solo
gobierna para los ricos. No hace falta que nos muestren que bajó de un
helicóptero, y que, rodeado de una guardia imperial se suba a un colectivo
lleno de punteros PRO para hacer un recorrido de algunas cuadras por una calle
de tierra desértica solo para la foto.
A
ver, todos sabemos que nació en cuna de oro y que no conoce lo que es trabajar,
ni viajar en transporte público, ni siquiera habrá manejado en su vida un auto
porque siempre tuvo chofer. Tampoco sabe lo que es pasar hambre o frío, o
perder el laburo y tener que llegar a casa con la cabeza gacha y la angustia atravesada
en la garganta por la incertidumbre de mañana. Precisamente en sus gestiones de
gobierno fue cuando aumentaron astronómicamente los pasajes de los transportes,
multiplican la rentabilidad de las empresas privadas, que reciben subsidios y
no invierten, y pierde el pasajero, que paga caro para viajar mal. Es este
mismo presidente el que le echa la culpa a la gente por la crisis energética,
la derrochamos porque era barata, andabas en remera en tu casa en invierno
maldito fucking crazy, por eso te abrocha un tarifazo confiscatorio como nunca
se vio en la historia. Y por si fuera poco te dice que sos un vago, que abusas
de la licencia y que en última instancia sos un palo en la rueda cuando salís a
defender tus derechos. ¿Y todavía no te
diste cuenta que te habla como un patrón de estancia?
Bueno,
no sé si te acordás, en campaña era más peronista que Perón, y acusó de campaña
del miedo al otro que te advertía que esto iba a pasar. Y las únicas promesas
que cumplió inmediatamente después de asumir son las que les había hecho a los
empresarios y a la oligarquía rural. Cómo será el desprecio que siente por las
clases populares y los más pobres que manda a un juez a quemar cunas, cunas destinadas
a los que ya nacen sin nada. No es algo simbólico, es la consecuencia del odio
revanchista de los que creen en la meritocracia, los mismos que antaño
pregonaban que los negros levantaban el parqué para hacer asado y que no
laburan porque no quieren, porque laburo hay. Son los mismos que hoy juran que
el populismo se acabó. Vinieron a acabar con el Estado, porque sabés qué, el
Estado sos vos, no es un gobierno. Por eso te quieren convencer de que el
Estado es un aguantadero del peronismo, lleno de ñoquis y militantes. ¿Será por
eso que los están echando como a perros rabiosos y poniendo a sus amigos con
sueldos gerenciales? El achicamiento del Estado es una fórmula conocida que ya
sabemos en qué termina. Un Estado ausente, un Mercado violento e impune.
Por
eso cuando vemos a un Macri viajando en bondi, solo nos queda una cosa por
hacer: bajarlo a patadas en el culo, sabés por qué, porque seguro es uno de
esos degenerados que te apoyan y eyaculan con carpa, y después le echa la culpa
al de atrás.
Editorial
El Nido del Cuco
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El Nido del Cuco