Algunos
se preguntarán por qué el presidente de la Nación habla de una guerra sucia al
referirse a la última dictadura cívico-militar y relativiza el número de
desaparecidos al decir que es una discusión sin sentido. ¿Será porque el grupo
empresario de su familia creció exponencialmente a la sombra de los genocidas?
¿Será porque Cavallo y Melconian en el 82 llevaron a cabo el mayor acto de “socialización”
de la historia económica argentina al estatizar la deuda externa de más de 70
empresas, entre ellas las del grupo SOCMA, transfiriéndole al pueblo una deuda
de más de 23 mil millones de dólares? ¿Será porque Martinez de Oz fue asesor de
Mauricio Macri durante muchos años? ¿Tendrá algo que ver que ahora los
genocidas terminan sus condenas en sus casas?
Cuando
hablamos de dictadura cívico-militar, en esa parte cívica entran todos estos
empresarios que odian el socialismo pero que aman socializar sus deudas. En esa
bolsa de gatos están los Macri, los Perez Companc, los Fortabat, los
Bulgheroni, Cargill, La Nación, Clarín, Papel Prensa, Blaquier y una larguísima
lista de subsidiados de elite. Sus fortunas fueron amasadas con sangre y terror,
mediante el apoyo y la participación en un plan económico y parapolicial, que
para llevarse a cabo desapareció y torturó a toda una generación de argentinos.
En los 90’s volvieron a los ministerios junto a Cavallo, e hicieron otro
desastre económico de proporciones más grandes. Entre las privatizaciones y una
nueva socialización de pasivos, dejaron al país con más de la mitad de sus
habitantes por debajo de la pobreza, y una crisis que agudizó el gobierno de la
Alianza, otra vez con Cavallo a la cabeza.
¿Por
qué esperar entonces que esos empresarios, que fueron y son parte de un poder
perverso, mezquino y venal, hoy nos hablen de crímenes de lesa humanidad y de
30 mil desaparecidos? Fueron partícipes necesarios, beneficiarios directos, cómplices
y autores del genocidio y la estafa que se llevó a cabo. No es por ignorancia
que reivindican la dictadura y los 90’s. Es por filiación ideológica, por
militancia servil y criminalidad impune. Se nota en los discursos del
presidente y sus ministros el asco y el desprecio hacia todo lo popular, la
desidia y el odio con la que están destruyendo la asistencia social del Estado
y cualquier institución de inclusión. La impúdica transferencia de recursos del
sector público al privado habla a las claras de quienes están en el poder. El
terrorismo de Estado vuelve con nuevas armas de destrucción masiva. Pero ojo, son
parte del poder, pero esclavos de un poder más grande. Así le rinden pleitesía
al revanchismo de odio retroactivo que venía germinando en esta última década.
Con el sí flojo obedecen sin medir las consecuencias, estos empresarios que son
como piojos resucitados de la política.
Hoy
están perdidos en un laberinto desconocido. Quizás esa sea nuestra única ventaja,
que no tengan un líder ni un proyecto, tan esencial en la política. Pero no hay
que subestimarlos. Hace 40 años fueron capaces de hacer cualquier cosa con tal
de exterminar el populismo peronista e imponer su poder. Hoy ya se están
empezando a ver signos de aquel pasado nefasto: represión de manifestaciones,
¡hasta a los jubilados les pegan!, ajustes y tarifazos al sector popular, liberalización
de la economía, una granada en la puerta de la casa de una jueza, persecución
ideológica y judicial; y no nos olvidemos que el triunfo de esta alianza ultra
conservadora comienza el 18 de enero de 2015 con la muerte del fiscal Alberto
Nisman. Justo el año de las elecciones, justo el fiscal que había denunciado a
la presidenta Cristina Fernandez. Si de eso son capaces, tenemos que estar
preparados para lo peor.
Y
bueno, para todos aquellos que querían un cambio y votaron a esa parte cívica
de la dictadura, los cucos queremos dejarles para la reflexión una frase de un
genio del siglo XX, Albert Einstein, que dijo: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.
La definición de la locura es continuar haciendo lo mismo y esperar resultados
diferentes.”
Editorial para EL NIDO DEL CUCO
17 de Agosto de 2016