Sujeto Tácito



      Un norteamericano entra a un boliche gay, mata a 50 personas y hiere a otras tantas, pero los primeros titulares hablan de un atentado terrorista, de un fanático musulmán miembro de Isis, y del peor atentado terrorista de la historia de los EEUU después del 11 de septiembre. El más sagrado principio periodístico es violado descaradamente. El prejuicio racista y el odio infundado priman sobre la más mínima constatación de los hechos. La visión del negocio mediático hace caja y hace política. Construye o destruye la realidad.
En nuestro país los grupos mediáticos operan de la misma manera. Abusando del prejuicio, el estereotipo y la dramatización, logran su objetivo: que no pienses, o en definitiva, que seas pensado, que seas hablado, que seas opinado. Te convierten en un sujeto tácito. Y la realidad adquiere ribetes de ciencia ficción bizarra y absurda. Lo importante no es lo que te mienten, si no lo que no te dicen. En el sótano hay una caja de Pandora bien custodiada.
Hay signos o síntomas que demuestran esto. Los hechos de corrupción están dentro de lo que más indigna a la gente y a los periodistas. Pero depende de quienes sean los protagonistas de estos hechos serán denunciados y linchados mediáticamente, aunque no hayan pruebas concretas, o serán silenciados o legitimados, aunque las pruebas sean rotundas.
Por ejemplo, llama la atención que el mismo día que el presidente de la nación trae 18 millones del exterior, que no tenía declarados, cae José Lopez con 9 palos verdes, tampoco declarados, que intentaba esconder en un monasterio. Dos hechos del mismo calibre, dos tratamientos distintos. El primero “repatrió” dinero sin pagar impuestos, para invertirlo en el país en Letras del Tesoro, esos mismos bonos emitidos para pagarle a los buitres. El segundo es un claro ejemplo de la corrupción K, desfalcadores del Estado y narcotraficantes infiltrados en la política; dinero sucio, oloroso, sangriento. Fue tan deseado este último que Clarín modificó la tapa de su diario para que la noticia ocupe toda la portada. Son tan obvios que dan cuenta de su impunidad.
Objetivo cumplido: no pensar. Porque hay una pregunta que se impone inmediatamente, ¿cómo es posible que el presidente haya repatriado parte de su dinero si sus bienes están en un fideicomiso ciego? ¿Quién compra 18 palos en bonos sin que le pregunten de dónde sacó tanta guita y por qué no pagó impuestos? No importa, está Lopez, Baez, eso indigna más. La guita de Mauricio y su pandilla no se ve por televisión, no aparece en un baúl, no se ve gente contándola, no tiene olor, no tiene origen, no es. Existe pero no es, para ser hay que aparecer en la televisión. Ahí está el poder de la comunicación, del drama.
Está clarísimo, no importa la corrupción, importa el poder, y el poder hoy es la información y la comunicación, el Ser. La corrupción en definitiva es algo endémico, estructural y necesario, no de la política, sino del sistema económico. Es la pandemia mundial del capitalismo. La verdadera corrupción amigos, hoy está en el poder.

Por eso en este nido de cucos apostamos a pensar, a hacer las preguntas que no tienen signo de interrogación, a escuchar los silencios del medio, a destruir ese sujeto tácito que se humilla y degrada la inteligencia, porque si no podemos pensar y hablar por nosotros mismos, entonces nada habrá valido la pena.

Editorial para EL NIDO DEL CUCO
15 de Junio de 2016